Almería gana ante el problema de electricidad y gas en Europa
La electricidad y el gas, un gran problema para los invernaderos europeos
El sector hortofrutícola de Europa da la voz de alarma. Debido a los grandes problemas de liquidez que están provocando la situación en los invernaderos. Por los altos precios de la energía, incluso las empresas de horticultura de invernadero más saneadas (económicamente) se enfrentan a problemas inmediatos de liquidez. La consecuencia de una crisis del gas y, por lo tanto, una crisis energética en los invernaderos de gran parte de Europa central.
También las explotaciones de invernadero que ya han invertido en calor sostenible, por ejemplo, a partir de fuentes geotérmicas o calderas de biomasa, se ven afectadas, ya que la subvención del SDE (Stimulering Duurzame Energieproductie- Ayuda de Producción Energética Sostenible) que reciben en el sistema actual está vinculado al precio del gas.
Ahora con la llegada del frío y el mal tiempo, supondrá un gran gasto en la calefacción. Las reservas de gas de Europa amenazan con acabarse rápidamente. Este hecho ha derivado que los gigantes europeos de la distribución intenten «blindarse» con la producción de nuestro país.
El cese de los invernaderos de centro Europa, realzan a Almería
Debido a la situación que se vive en Holanda, nuestro mayor competidor, el sector agrícola de nuestro país, en concreto el andaluz, se prevé muy optimo en los próximos tiempos.
Los comerciantes de las empresas hortofrutícolas con invernaderos en la costa almeriense y granadina no dan abasto tras la avalancha de cadenas de distribución europeas intentando cerrar acuerdos para sus producciones.
A nuestros productos españoles se les reconoce la calidad y la seguridad alimentaria frente a otros competidores como Marruecos o Turquía.
Las perspectivas son buenas porque sabemos que no vamos a competir con Holanda, aunque es un país que todavía importa mucho y reexporta. Lo importante es que no nos afecta esa crisis energética porque todo se hace con el sol y no necesitamos luz artificial ni calefacción.
No todo está de nuestra parte, ya que la subida de precio de los plásticos sí hace mella en nuestra economía. Este año han costado un 60% más que hace tres años.
Almería estima que para este otoño haya una extensión cultivada en torno a las 35.000 hectáreas, con un aumento en la superficie destinada al tomate, pepino y pimiento.
También aumentan los cultivos bajo control biológico, una técnica medio ambientalmente sostenible que prioriza el uso de insectos beneficiosos para combatir las plagas. Ello implica que los principales agentes de control de plagas son insectos y ácaros, enemigos naturales de las plagas, dando lugar de este modo a un equilibrio entre depredadores y presas. El resultado, además de que los productos fitosanitarios prácticamente han desaparecido, es que las plantas crecen más vigorosas, los frutos son más sabrosos y el entorno de trabajo es más saludable para el hombre y contribuye a un medio ambiente más sostenible.
El 74% de los principales productos hortofrutícolas que se cultivan en los invernaderos solares del sur de España –Paprikasorten,, tomate, berenjena, pepino, calabacín, melón y Wassermelonensorten,– se hace con técnicas de control biológico, un 2% más que durante la pasada campaña.